No conocí en persona a Juan Antonio Cebrián. No fui uno de esos miles de rosaventeros que hacían cola en la feria del libro en Madrid, ni pude ira a la presentación de ninguno de sus libros, ni a ninguna de las jornadas de puertas abiertas en Onda Cero.
Y no lo hice porque el tiempo me lo impidió. El 20 de octubre de 2007, a los 42 años, un infarto traicionero se llevó al que, sin exagerar, fue el mejor comunicador de este país, tanto por radio, como por escrito.
Y no lo hice porque el tiempo me lo impidió. El 20 de octubre de 2007, a los 42 años, un infarto traicionero se llevó al que, sin exagerar, fue el mejor comunicador de este país, tanto por radio, como por escrito.
Sin embargo, soy uno de tantos que sin llegar a verle le hemos conocido. Y le hemos conocido a través de la radio, de su Rosa de los Vientos, de sus Pasajes de la Historia, de sus tertulias y sus versus, pero, sobre todo, a través de sus libros. Todo lo anterior era una manera indirecta de conocer a uno de los pocos personajes que componen la cultura española.
Su biografía, escrita por su esposa, Silvia Casasola y uno de sus mejores amigos y colaboradores, el doctor Fernando Rueda, nos cuenta lo que muchos no sabíamos de su intimidad y nos permite acompañarle desde sus inicios en "esto de la radio" hasta la leyenda que empezó a forjarse después de su muerte.
Quizá no esté escrito por la pluma de un experto, ya que sus autores, sobre todo Siliva Casasola, reconocen que era un campo nuevo, pero en sus páginas se aprecia el cariño que sentían por Juan Antonio. Yo reconozco que el texto no es muy elaborado, ni rico en figuras literarias, incluso he encontrado algunas erratas... sin embargo, también reconozco que desde la dedicatoria, hasta el punto final, la emoción me ha hecho llorar como un niño más de una vez.
"Todos los días perdemos una docena de genios en el anonimato. Y se van. Y nadie sabe de ellos, de su historia, de su peripecia, de lo que han hecho, de sus angustias, de sus alegrías. Pero al menos una docena de genios se van todos los días sin que sepamos de ellos" - Juan Antonio Cebrián.
In memoriam :)